Los jueves son el mejor día de la semana. Los sábados no están mal, pero yo siempre he sido de días laborables, no es difícil serlo cuando disfrutas de tus obligaciones (o por lo menos de la mayoría de ellas). Como iba diciendo me encantan los jueves por la mañana, no tengo nada que hacer hasta la 1 (hora en la que comienza esta clase) y, cómo vivo a 15 minutos andando de la universidad, puedo levantarme tarde, desayunar con calma y elegir las gafas de sol que luciré durante el paseo matutino camino de la facultad. Recuerdo más que bien el primer jueves de este semestre, día de presentaciones; esto es algo casi insólito pues mi memoria también es (como la de Ivamca) una especie de cajón de sastre en la que se amontonan datos sin orden aparente. Desayuné un tazón gigante de cola-cao tan espeso que se hacía difícil de remover con la cucharilla y, mientras se deshacía en mi boca tan empalagosa masa, me entretuve leyendo los mensajitos de mi facebook y cotilleando las novedades en los perfiles de mis amigos. Una de las mil bobadas que tiene el facebook es que puedes hacerte fan de cualquier barbaridad, desde el Cubo de Rubick , hasta (y cito textualmente) “el tío que sale en el anuncio de Gas Natural”. Bueno, pues una de las últimas novedades que debí leer ese día fue que mi amigo Iván se había hecho fan de los coches Cadillac porque la canción de Loquillo empezó a dar vueltas en mi mente. Como yo nací a mediados de los 80, no es precisamente una canción de mi época y mi perezosa memoria musical no la ha escuchado las veces necesarias para tatuar la letra en mi subconsciente; así que camino a la universidad con unas monísimas gafas marrones, repetía una y otra vez la misma frase: “… y ahora estoy aquí sentado en un viejo Cadillac segunda mano…”.
Cuando la profesora mencionó en la presentación que intentaría convencer a Sabino Méndez para que viniese a cantarnos la el Cadillac Solitario una sensación extraña me recorrió el cuerpo; pues hasta una escéptica como yo en una coincidencia absurda como ésta empieza a dudar de si el destino es algo más que la excusa perfecta que han encontrado algunas personas para no asumir la consecuencia de sus actos, o si en cambio a veces se nos presenta como una especie de ventana turbia a nuestro futuro.
Cuando la profesora mencionó en la presentación que intentaría convencer a Sabino Méndez para que viniese a cantarnos la el Cadillac Solitario una sensación extraña me recorrió el cuerpo; pues hasta una escéptica como yo en una coincidencia absurda como ésta empieza a dudar de si el destino es algo más que la excusa perfecta que han encontrado algunas personas para no asumir la consecuencia de sus actos, o si en cambio a veces se nos presenta como una especie de ventana turbia a nuestro futuro.
¿Qué opináis?
Hola Elena:
ResponderEliminarMe hizo gracia lo de los fans del "tio que sale en el anuncio de gas natural", me da un poco de corte decirlo pero, qué importa, a mí me gusta y sobre todo este invierno me sentí identificada por las estalactitas que le cuelgan del pelo. Resulta que hace un año que vivo en Barceloneta, en verano es hermoso, sales a la calle y en dos pasos olalá, así todo de lleno te das la cara contra el mar, y la gente va en rollers, bicicletas, monociclos con sombrillas,riendo en todos los idiomas del mundo.
Pero en invierno la humedad se hace notar, mi piso es viejo, no está remodelado, lo bueno es que es barato, pero es frio como el corazón de Maquiavelo. Y todo esto lo cuento a cuenta de la coincidencia de tu amigo, que es fan de los cadillacs, con lo que dijo la profesora sobre Loquillo y sus memorias de los ochenta.
Como explicaba, el invierno cambia mucho el espíritu de mi barrio, en verano se ven turistas o europeos que pasan una temporada "loca" por aquí; cuando se va el calor se queda la gente del barrio, muchos de toda la vida. Andaluces que conservan el acento después de cuarenta años de estar en Cataluña, familias de pescadores, gente que trabaja en el mercado, muchos ancianos solitarios, esqueletos que intentan recuperarse con metadona y personas que duermen en la plaza, mujeres con velo acompañadas de un niño que les traduce para hacer la compra, familias de inmigrantes que viven en un solo cuarto, okupas antisistema que revuelven la basura cuando vuelvo del trabajo.
Todo este montón de gente que respira el olor a pescado de mi barrio es el que el Ayuntamiento quiere sacar para poder construir hoteles, tiendas y estacionamientos para turistas con mucho dinero y poner a Barcelona guapa como pretenden hacer en el Raval, como hicieron con el Borne, pero con el mar al costado.
El otro día la profesora nos propuso que leamos el blog de los compañeros del año pasado, la primera entrada que leí fue la de DJT, una chica que habla del bar Leo que, entre otras cosas, le encanta porque ahí descubrió a un cantante rumbero que se llama Bambino. Cuenta que la amiga y fan número uno de Bambino es la dueña del bar, donde sirven "tapitas de pescaito frito y hay una jukebox con música de la buena, donde la gente es sencilla, de barrio y divertida", un bar con geranios en las ventanas, que DJT, recomendaba encarecidamente que visitáramos en la calle San Carlés 43.
A mí esa entrada de DJT me llamó mucho la atención, por ese tema de las coincidencias que decías. El Bar Leo queda en la esquina de mi casa, pero yo nunca entré, y si me preguntas qué opino de esto de las coincidencias es que se nos presentan a proposito, para que prestemos atención sobre algo, lo miremos distinto o nos fijemos de nuevo en alguna cuestión que pensábamos que ya se había pasado. Por lo pronto yo tengo pensado darme una vueta, un día de estos, por el bar de la esquina, el que quiera está invitado. Saludos a Elena y a todos los demás.
Vaya Elena, a lo mejor tienes razón con lo de que las coincidencias se presentan a propósito, para llamar nuestra atención sobre algo... No es mala idea, no. Estoy pensando en esas increíbles coincidencias de mi vida, que parecen bromas del "destino", por decir algo, y aunque yo las he dejado en simples coincidencias, sin más trascendencia, para quedarse alucinada un rato o unos días...también podría ser lo que tú dices. Aunque también podrían no significar nada y ya está. Mmm...Este tema es muy complicado para mí ahora. Debe ser el cansancio del día que está finalizando....jajajaja!
ResponderEliminarPor cierto, vale ya de poner a Barcelona pija por favor! Que se pierde su esencia, y al final todas las ciudades "guapas" son iguales. Uf, políticos...
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ResponderEliminarAcabo de entrar aquí, que aún no había explorado dentro de este blog, y me gustaría escribir alguna entrada, pero no puedo, no sé como hacerlo... alguien me podria explicar como se hace para dejar una entrada??
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