martes, 10 de marzo de 2009

Cómo distinguir los recuerdos inventados de los verdaderos?

Ah, pues sí, ya se puede escribir.
Hace unos días publiqué una entrada también, parecía que todo iba bien, y la vi por un momento en el blog, pero luego desapareció. Fue el día en que hablamos de Castilla del Pino, me impresionó su memoria y esa meticulosidad y capacidad para acordarse del mínimo detalle. Qué envidia!! Me recordó a Monk, el detective obsesivo compulsivo, maniático de la limpieza y del orden, que recuerda todo aquello que observa, y se fija en todo... Es injusto que unos estén tan bien dotados, y otros tengamos que ir tirando con una especie de mueble archivador destartalado en la cabeza, dónde todos los archivos están desordenados, algunas carpetas vacías y con algunos cajones que no se pueden ni abrir (y una pila de documentos en el suelo, al lado del mueble, pendientes de archivar...)En fin...
Esta noche acabaré mis memorias, me ha costado un poco acabarlas porque algunos recuerdos son dolorosos, y dejo de pensar en ellos, y por lo tanto de seguir con el ejercicio. Además, siempre que he recordado cosas de mi infancia, me han asaltado algunas dudas: son recuerdos reales, o inventados? A lo mejor alguna cosa de las que recuerdo me las imaginé en algún momento de mi niñez, y con el tiempo me las he llegado a creer. Por ejemplo, hasta la adolescencia, más o menos, me daban pánico las mariposas. Y siempre que me preguntaban porqué me daban miedo, explicaba que cuando vivía en el campo, siendo muy pequeña, con cuatro años, me pasó un día que, jugando en un terreno que había al lado de dónde vivía, lleno de juncos de azúcar, arbustos y muchos tipos de hierbajos, me puse a hacer pipí entre unas hierbas altas, y justo cuando estaba concentrada en ello, se me posó una mariposa en la nariz. Al verla tan de cerca, que no sabía ni lo que era, porque no la vi acercarse, me pegué tal susto que salí corriendo y llorando, y desde entonces cuando se me acercaba una mariposa me entraba pánico. Y así hasta los 16...Es esto real? Porque yo recuerdo que he explicado desde muy niña, pero el recuerdo en sí no lo tengo. Me lo inventé en algún momento de mi vida? Pues no lo puedo asegurar. Alguien me recomienda alguna vitamina para potenciar la memoria y que le haya funcionado? =P
Lo que sí tengo claro es que mis recuerdos se van emborronando a una velocidad vertiginosa; me parece que no sería mala idea empezar un diario para poder recordarlos con nitidez a lo largo del tiempo. Y...bueno, creo que ya he escrito suficiente por hoy, además... (estoy en el trabajo.... )

1 comentario:

  1. ¡Es verdad! ¿De qué sirve una agenda si nunca recuerdas dónde la has dejado? jeje
    Algunos de nuestros de la infancia son cuentos inventados por nosotros mismos, pero de tanto repetirlas creemos recordarlas hasta con más vivacidad que aquello que nos sucedió la semana pasada. Es curioso como funciona la memoria...

    ResponderEliminar

Podéis dejar vuestros comentarios.